
¿En qué consiste una infiltración de rodilla?
La infiltración de rodilla es un procedimiento médico en el cual se inyecta medicación directamente en la articulación para reducir el dolor, la inflamación y mejorar la movilidad. Se usa comúnmente en casos de artrosis, bursitis, sinovitis, entre otras afecciones articulares.
¿Por qué debe realizarse guiada por ecografía?
La ecografía permite visualizar en tiempo real las estructuras internas de la rodilla, asegurando que el medicamento llegue exactamente al área afectada. Esto aumenta la precisión y eficacia del tratamiento, minimizando riesgos y mejorando los resultados.
Ventajas de la guía ecográfica:
Mayor precisión en la aplicación.
Disminución del dolor post-procedimiento.
Evita dañar estructuras cercanas.
Control visual completo por el médico.
¿Cuándo está indicada una infiltración de rodilla?
Este procedimiento es especialmente útil en los siguientes casos:
- Artrosis de rodilla, especialmente en estadios moderados.
- Tendinitis, bursitis o sinovitis persistente.
- Lesiones deportivas con inflamación articular.
- Derrames articulares (acumulación de líquido sinovial).
- Dolor incapacitante que no responde a tratamiento conservador.
¿Qué riesgos existen si se hace sin guía ecográfica?
Infiltración incorrecta fuera de la articulación.
Daño a tendones, nervios o vasos.
Menor efectividad del tratamiento.
¿Cada cuánto tiempo se puede aplicar?
Dependiendo del medicamento, la infiltración puede repetirse cada 3 a 6 meses, hasta 1 año. Siempre con evaluación médica previa.
¿Cuánto tiempo toma y qué cuidados debo tener?
El procedimiento dura entre 15 y 30 minutos. Luego podrás regresar a casa y deberás evitar esfuerzos físicos por 24-48 horas. Es común sentir alivio progresivo en los días siguientes.
¡RECUERDA!
Este procedimiento debe ser llevado a cabo exclusivamente por un médico radiólogo entrenado en intervencionismo guiado por imagen. Esto asegura que la infiltración se aplique correctamente y de forma segura.